Historia de la Feria
El origen de la Feria de Abril hunde sus raíces en el lejano 25 de agosto de 1846, fecha en la que dos ciudadanos de origen vasco y catalán, Narciso Bonaplata y José María de Ibarra, solicitaron al Cabildo Municipal la celebración de una feria con carácter anual durante los dias 19, 20 y 21 de abril. Esta idea, de marcado carácter emprendedor, fue apoyada por numerosos ganaderos y agricultores y se consolidó en 1847, año en el que tuvo lugar la primera Feria de Abril.
La inicial feria ganadera de 1847 se situó en el Prado de San Sebastián, por aquel entonces ubicado a las afueras de la ciudad, donde más tarde se construyó la emblemática Plaza de España. Un total de 19 casetas compusieron esta primera cita. El éxito fue de tal envergadura que sólo pasaron dos años, en 1850, momento en el que se hizo necesario separar la zona de la mercadería de ganado de la destinada propiamente a la diversión.
Y pasó el tiempo y el éxito de la convocatoria siguió creciendo. Cada año, el público y las expectativas aumentaban, hasta tal punto que el propio Ayuntamiento se vio obligado a extender el lugar de celebración y publicitar el evento. En 1890 se realizó el primer cartel oficial anunciador de la Feria de Abril y en 1910 se editaron los primeros folletos divulgativos.
A partir de 1920, la Feria comenzó a tener un aspecto similar al que presenta en la actualidad, un lugar recrea- do para el disfrute y la diversión de todos los que se acerquen a pasar esos días en el recinto ferial.
La ubicación también ha variado a lo largo de los años. En 1973 se hizo necesaria una reubicación de las casetas, promovida por los feriantes, organismos y el público, debido a que el espacio se había quedado pequeño para dar cabida a todos los asistentes. Así, la Feria se trasladó a una zona del barrio de Los Remedios, conocida como 'Los Gordales', con calles que fueron bautizadas con nombres de toreros y adornadas con farolillos y un estupendo ambiente, que ha otorgado esa esencia universal que caracteriza a la Feria de Abril.